EL LADRÓN DE BITCOIN DE ISLANDIA ES DETENIDO

Sindri Thor Stefánsson, el fugitivo que fue acusado de ser el director del robo de numerosos equipos de minería de Bitcoin valorados en 2 millones de dólares y que logró escapar de una prisión de baja seguridad en Islandia y huir a Suecia ha sido detenido por la policía en Ámsterdam el domingo 22 de abril.

El comunicado antes de la detención

Después de que hubiera llegado a Suecia, a los pocos días el fugitivo consiguió ponerse en contacto con un medio de comunicación local, el diario Frettabladid, y contó su versión en la cual declara que durante el tiempo que permaneció en la prisión de baja seguridad, no presentaron ninguna prueba que le relacionara con el delito. Además, argumentó que su condena finalizaba el día 16 de abril, y que la policía pretendía ampliarlo 10 días más sin razón alguna, por lo que Sindri Stefánsson pensó que estaba en su derecho de salir de la cárcel puesto que legalmente era un hombre libre. Sus palabras fueron las siguientes:

“Yo nunca trataría de escapar de la cárcel si estuviera legalmente privado de mi libertad por una decisión judicial. Me rehúso a estar en prisión por mi propia voluntad, especialmente cuando la policía me amenaza con arrestarme sin explicación. He estado en custodia por dos meses y medio sin éxito, sin evidencia, solamente por sospechas de la policía. Eso es lo que me enoja. Yo no he publicado ningún testimonio y fui amenazado varias veces mientras me aislaban cada vez más”.

También ha anunciado que va a apelar su caso ante el Tribunal Europeo.

Arrestado el supuesto ladrón de Bitcoin

El domingo por la noche la policía encontró y arrestó a Sindri Stefánsson en el centro de Ámsterdam. Fue Rob van der Veen, portavoz oficial de la policía, el que avisó a los medios de comunicación de la noticia, aunque no quiso dar detalles sobre el caso argumentando que será la fiscalía la que se encargará del proceso de extradición del detenido.

Stefánsson aprovechó el lapso entre la fecha de la orden para detenerlo y las 24 horas que el juez tarda en determinar si el sospechoso sigue en la cárcel o no, durante ese tiempo, fue a un restaurante y seguidamente al aeropuerto a coger el vuelo, del que dice que se avergüenza de haberlo cogido y que quería volver a casa con su familia, que desde la fuga había sido hostigada por los medios de comunicación, para enfrentar la situación.