El criptopréstamo se ha convertido en un pilar de la criptosfera

La evolución de los criptopréstamos continúa a buen ritmo, con nuevos proyectos que se incorporan regularmente. Estas plataformas, la mayoría de las cuales existen en el ámbito de las finanzas descentralizadas (DeFi), ofrecen a los usuarios la posibilidad de obtener préstamos sin tener que lidiar con intermediarios y aceptar el riesgo de contrapartida. Junto con la emisión de activos, los pagos, la gobernanza y los seguros, los criptopréstamos están ayudando a construir un sistema financiero nuevo y más justo basado en la cadena de bloques.

El ecosistema de los criptopréstamos se expande

El panorama de los criptopréstamos comprende actualmente prestamistas institucionales, plataformas de intercambio y protocolos de préstamo Defi, con préstamos que se clasifican en general en la categoría de subcolateralizados, colateralizados (o sobrecolateralizados) y flash. Nunca ha sido tan fácil pedir un préstamo contra las propias tenencias de criptomonedas, y la dificultad de adquirir un préstamo bancario -sin mencionar los términos generalmente poco atractivos- sólo sirve para subrayar el valor que representan los protocolos de préstamo garantizados por contratos inteligentes.

Las pruebas de la fuerza de los préstamos de criptomonedas están a nuestro alrededor. A finales del año pasado, el proyecto Aave de DeFi recaudó 25 millones de dólares de las principales empresas de capital riesgo blockchain.com y Blockchain Capital, y su token nativo AAVE se ha convertido desde entonces en uno de los éxitos arrolladores de DeFi, impulsando el valor total bloqueado (TVL) del protocolo por encima de los 5.000 millones de dólares. La plataforma de préstamos garantizados Maker, por su parte, ha emitido casi 2.000 millones de dólares en préstamos de DAI stablecoin desde su lanzamiento durante la carrera alcista de Bitcoin a finales de 2017.

La posibilidad de que los usuarios obtengan rendimientos mediante el préstamo de criptoactivos, o adquieran préstamos en su cripto preferido sin tener que proporcionar un historial de crédito y trabajar a través de un proceso de solicitud invasivo, sin duda está ayudando a impulsar la adopción de las monedas virtuales. Los protocolos de criptopréstamos ponen en contacto directamente a los prestatarios con los prestamistas, con plazos de reembolso flexibles, tipos de interés favorables y diferentes activos aceptados como garantía. Además, los prestatarios suelen poder elegir si prefieren el dinero fiduciario, las criptomonedas o las stablecoins.

Y no sólo los particulares se aprovechan de las plataformas de préstamo: Las PYMES y las empresas pueden adquirir préstamos (a menudo para financiar proyectos de criptomonedas), mientras que las empresas que tienen una participación apreciable en criptomonedas pueden generar ingresos bloqueando su riqueza durante un periodo de tiempo determinado. Incluso los unicornios pueden apoyarse en los préstamos: Bitfinex, la quinta bolsa de activos digitales más grande por volumen de operaciones, adquirió préstamos por valor de 750 millones de dólares de la plataforma de stablecoin Tether, creadores de la popular USDT, que está vinculada al dólar. Los prestatarios individuales, por su parte, pueden utilizar su préstamo para comprar una propiedad, pagar unas vacaciones o diversificar su cartera de inversiones.

En qué se diferencian los criptopréstamos

Como se ha mencionado, hay varios tipos de criptopréstamos: subcolateralizados, colateralizados, sobrecolateralizados y flash. Vale la pena entender las diferencias.

Los criptopréstamos subcolateralizados, como los ofrecidos por el popular protocolo Lendefi, dan a los usuarios acceso a los activos digitales sin necesidad de que cubran completamente el principio. El prestatario es capaz de invertir una cantidad mayor que el capital que ha depositado en el contrato inteligente, proporcionando una forma de apalancamiento. Esto se entiende mejor en el contexto de los préstamos hipotecarios.

Cuando los usuarios piden una hipoteca, sólo necesitan poner una pequeña fracción del valor de la propiedad como depósito mientras obtienen financiación para el resto. Del mismo modo, con los préstamos sin garantía a través de Lendefi y otros, los usuarios adquieren importantes préstamos de criptomonedas con un modesto desembolso de inversión.

Los préstamos colateralizados, por otro lado, se originan a partir de clientes que apuestan por un activo contra los fondos que reciben a cambio. Cuando el préstamo se paga en su totalidad, el cliente recibe su criptodivisa apostada de vuelta, junto con un aumento en el valor que ha disfrutado durante el período de apuesta. Los préstamos con garantía pueden estar respaldados no sólo por activos empresariales, sino también por bienes inmuebles, coches, propiedades… cualquier cosa de valor tangible. BlockFi es una de las varias plataformas que ofrecen préstamos en dólares respaldados por los activos digitales de los usuarios.

En cuanto a los préstamos flash que ofrecen empresas como Aave, se trata de préstamos de ejecución rápida y sin garantías que deben devolverse rápidamente, normalmente en un bloque de Ethereum. Estos préstamos especializados son utilizados por los operadores de criptomonedas para mitigar las discrepancias de arbitraje en los precios de las criptomonedas en las diferentes bolsas descentralizadas (DEX). Los préstamos flash también pueden utilizarse para las autoliquidaciones, en las que los operadores evitan desencadenar eventos imponibles. El año pasado, Aave prestó más de 2.000 millones de dólares en préstamos flash, el mayor de ellos valorado en 200 millones de dólares.

Aunque los préstamos flash pueden ayudar a reducir los diferenciales y las ineficiencias, una combinación de código defectuoso y alimentación de precios poco fiable ha provocado varios ataques a los proveedores en los últimos tiempos, y los reguladores también se muestran preocupados por los riesgos que conllevan.

Con más de 73.000 millones de dólares en generación de nuevos préstamos previstos para el año que viene, el espacio de los criptopréstamos goza de una gran salud. Y los bancos pensaban que solo tenían que preocuparse por el Bitcoin.